La vida itinerante nos regala la posibilidad de conocer nuevas ciudades, paisajes, climas y, por supuesto, personas. En nuestro viaje a Ítaca particular hemos tenido la oportunidad de compartir vivencias con nuestro amigo Frank, que ahora se baja temporalmente de la caravana de la escuela y continúa su camino. Como él, nosotros también continuamos el nuestro y dejamos atrás Sevilla.
Hasta pronto Frank, ¡te echaremos
de menos!